
Hacía mucho tiempo que no me quedaba una noche leyendo con el silencio de fondo y ayer, mientras June y Edu dormían, me apeteció hacerlo. Volví a releer El Principito. Gran libro donde los haya. Todos deberíamos leerlo en algún momento de nuestras vidas para no olvidar la inocencia y la sencillez de un niño.
El libro está inspirado en un accidente que tuvo su autor, el aviador Antoine de Saint-Exupéry, junto con su compañero, en el desierto del Sahara. Un beduino les encontró en medio del desierto pero ambos sufrieron una gran deshidratación. Posiblemente el libro no sea más que una alucinación de su autor, pero bienvenida sea esta historia llena de frases como “lo esencial es invisible a los ojos”.
Casualmente hoy se cumplen 65 años desde que desapareció el autor, dicen que durante una misión los radares dejaron de ver su avión de repente y sin explicación.
El libro está inspirado en un accidente que tuvo su autor, el aviador Antoine de Saint-Exupéry, junto con su compañero, en el desierto del Sahara. Un beduino les encontró en medio del desierto pero ambos sufrieron una gran deshidratación. Posiblemente el libro no sea más que una alucinación de su autor, pero bienvenida sea esta historia llena de frases como “lo esencial es invisible a los ojos”.
Casualmente hoy se cumplen 65 años desde que desapareció el autor, dicen que durante una misión los radares dejaron de ver su avión de repente y sin explicación.
Posiblemente volvió a encontrarse con el Principito que deshollinaba volcanes y cuidaba de una rosa en su pequeño planeta y decidió mudarse.