miércoles, 25 de marzo de 2009

¡Esto es espectáculo señores!


Ayer estuvimos viendo a Simon Fowler y Steve Cradock de Ocean Colour Scene en el Hard Rock Café. Nunca había estado en el Hard Rock así que no sabía lo que me iba a encontrar, el local muy bonito, sí, pero para ir a cenar o a tomarte una cerveza, porque para un concierto, no sirve. Los camareros son los que disfrutan de las mejores vistas del escenario, y claro, no debería ser así.
Entramos, cogí una silla y me dijeron que me la tenían que quitar, pero creo que al final a la chica le di un poco de pena cuando vio mi enorme barriga y decidió no hacer caso a su jefe. Tuve la silla todo el concierto.

Lo bueno empezó un poco después de las 10 de la noche cuando salió Steve con su mujer a tocar algunas canciones de su disco en solitario. La sala escuchaba con poca gana, pero su mujer disfrutaba, era la que se lo pasaba mejor. Incluso se oía a algún grupito levantar la voz más de lo que debería así que Steve empezó a enfadarse y les llamó la atención diciendo algo así como “fucking..... fucking” de manera que aunque no supieras inglés sabías que Steve se estaba alterando. Empezaba la diversión.

Después salió también Simon tambaleándose de un lado al otro del escenario y con una cerveza en la mano. Mientras Steve hacía su primer solo Simon pensó que era buena idea bailar una sevillana, así que ni corto ni perezoso, se levantó de su taburete y se puso a bailar.
Ese era el preludio de un concierto que duró una hora en la que pudimos ver como mandaban callar a la gente más de una vez, como a Simon nunca se le terminaba su cerveza (¡cada vez que levantaba la jarra estaba llena!), como Steve se abalanzaba sobre alguien del público para darle el fuking punch face, que le habría prometido, como Simon se caía de culo del escenario al intentar subir a él para hacer el bis, como se abrazaban igual que dos borrachos al final del concierto. Y como colofón el público gritando “ooooooooee” cuando Simon consiguió, con ayuda, bajar del escenario sin caerse.

En cuanto a la parte musical muy bien, todo hay que decirlo, aunque hubo algún momento en el que el público estaba más pendiente del show circense que ofrecían, al final consiguieron que toda la sala bailara y aplaudiera sus éxitos.

2 comentarios:

  1. Ay! lo que me he reído al leer tu crónica!...es que así fue, como guiris de Lloret que vienen a Españñña a pillar una borrachera. Yo al principio estaba indignada cuando veía que la jarra de Simon no bajaba por más que él bebiera….que no le rellenaran la jarra, por favor! Pero al final fue mejor tomárselo a risa y disfrutar del espectáculo.

    Hoy has ido al médico, no?...pensaba que hoy habrías puesto algo aquí de June.

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